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UC - Críticas

Países: Noruega, Suecia e Irlanda.

Año: 2013.

Duración: 117 min.

Género: Drama.

 

Dirección: Erik Poppe.

Guion: Erik Poppe y Harald Rosenløw Eeg.

Producción: Finn Gjerdrum y Stein B. Kvae.

Música: Armand Amar.

Fotografía: John Christian Rosenlund.

Montaje: Sofia Lindgren.

Diseño de producción: Eleanor Wood.

Vestuario: Judith Williams.

Distribuidora: Golem.

 

Estreno en España: 8 Agosto 2014.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años.

Interpretación: Juliette Binoche (Rebecca), Nikolaj Coster-Waldau (Marcus), Lauryn Canny (Stephanie), Adrianna Cramer Curtis (Lisa), Maria Doyle Kennedy (Theresa), Larry Mullen Jr. (Tom), Mads Ousdal (Stig), Chloe Annett (Jessica).

 

LA SOLEDAD DEL FOTÓGRAFO


Todo un ejercicio de drama en contención, ‘Mil veces buenas noches’ se expone dolorosamente entre la crónica guerra y el melodrama familiar con una soltura descorazonadora en manos de una Juliette Binoche capaz de moverse con pavorosa naturalidad entre la fortaleza y la descomposición, mientras su mundo y el mundo que le rodea (que no es lo mismo) se desmoronan.




SINOPSIS: Rebecca (Juliette Binoche) es una de las mejores fotógrafos de guerra del mundo. Pero tras sufrir un atentado en Kabul vuelve a casa donde se encontrará con una tremenda guerra emocional. Su marido rehúsa seguir soportando la peligrosa vida que lleva y que también está pasando factura a sus dos hijas, de modo que le dan un ultimátum: su trabajo o su familia.


 

No hay guerra más cruel que la que libra uno dentro de sí mismo, y con ‘Mil veces buenas noches’, Erik Poppe levanta dos frentes hirientes y dramáticos que en el corazón del artista (en este caso el fotoperiodista)  se muestran más feroces que nunca. En medio, una sublime Binoche se inmola entre la realidad del mundo exterior y el hogar, mientras ahoga todo el rechazo en una mirada que parece vaya a romperse de un momento a otro y que, cuando lo hace, registra un escena dolorosamente emotiva tanto en el espectador como en la cámara de fotos que, más allá de su función, sirve aquí como aparato locomotor.



Puede que el hemisferio familiar de esta dualidad se muestre algo más complaciente y lánguida mientras gatitos y funciones escolares se cruzan en el camino. Pero al fin y al cabo es necesario para crear esa zona de guerra capitaneada con rigor por un Nikolaj Coster Waldau (muy reivindicable para el cine, por cierto) y que puede ser tan destructiva como las bombas para quien no pertenece a ningún sitio.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER